De las glorias deportivas, que campean por España
va el Madrid con su bandera, limpia y blanca que no empaña.
Club castizo y generoso, todo nervio y corazón,
veteranos y noveles, veteranos y noveles,
miran siempre sus laureles con respeto y emoción.
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
Noble y bélico adalid, caballero del honor.
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
A triunfar en buena lid, defendiendo tu color
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano
sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano.
Los domingos por la tarde, caminando a Chamartín,
las mocitas madrileñas, las mocitas madrileñas
van alegres y risueñas porque hoy juega su Madrid
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
Noble y bélico adalid, caballero del honor.
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
A triunfar en buena lid, defendiendo tu color
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
El himno del Real Madrid fue compuesto en 1952. Cantado por José de Aguilar fue tomando forma en un tren que hacía el trayecto Aranjuez-Madrid. En él iban Marino García y su señora, Mercedes Amor Fariña, Antonio Villena Sánchez y el maestro Cisneros. En unas servilletas de papel del restaurante La Rana Verde se pusieron las primeras notas de lo que sería el himno del Real Madrid. La grabación se hizo en Discos Columbia bajo los arreglos y dirección del maestro Cisneros. Acudió Don Santiago Bernabéu en persona para ver la grabación y en ella intervinieron aparte de José de Aguilar, 32 músicos de aquella época que eran primeras figuras ya que unos eran catedráticos de conservatorio y otros eran integrantes de la Orquesta Nacional de España. En esa grabación estaba Enrique García (violinista), que era el padre del hoy director de orquesta Enrique García Asensio. Como anécdota puedo deciros que Bernabéu le preguntó a mi padre si era socio del Real Madrid y mi padre tan bromista como siempre le dijo que no, que él era del Atlético de Madrid. Al ver la cara de Bernabéu le dijo que era una broma y que había solicitado varias veces ser socio del Madrid, pero que no había tenido suerte porque no había vacantes. Bernabéu llamó por teléfono a alguien, pero el caso es que no había transcurrido ni media hora cuando entraron en Discos Columbia con un carnet del Madrid a nombre de mi padre y Bernabéu le dijo: "Maestro, solamente tiene que adjuntar una foto y el próximo día que vaya a Chamartín en la gerencia le sellaremos la foto, le coseremos el plástico y le haremos entrega de la insignia de nuestro Club". Bernabéu salió encantado de la grabación.